Imagina que tienes un juguete favorito que anteriormente tuviste cuando eras una niña o un niño. Era tu juguete preferido y jugabas con él todos los días. Pero ahora, ya no lo tienes, tal vez porque lo perdiste o lo regalaste. A veces, cuando piensas en ese juguete, te sientes un poco triste porque lo extrañas pero, al mismo tiempo, te sientes feliz porque recuerdas lo bien que lo pasabas jugando con él.
Eso es la nostalgia. Es cuando recuerdas algo del pasado que te hacía feliz, y aunque ya no lo tengas, esos recuerdos te traen una mezcla de sentimientos: un poco de tristeza porque ya no está, pero también un poco de alegría por haberlo tenido y disfrutado.
¿ Cómo Explicársela a un Niño?
La nostalgia es un sentimiento complejo, pero no por ello menos natural. Todos, en algún momento, hemos sentido una punzada en el corazón al recordar momentos felices del pasado que ya no podemos revivir. Para un niño, este sentimiento puede ser difícil de entender, pero con la orientación adecuada podemos ayudarles a comprenderlo de una manera sencilla y saludable.
Imaginemos juntos:
Piensa en el día en que tu pequeño o pequeña dejó atrás su primera manta o ese peluche tan especial que lo acompañaba a todos lados. Ese objeto, aunque sencillo, estaba cargado de significado: representaba seguridad, cariño, refugio. Cuando tu hijo o hija piensa en su manta o peluche, puede sentir una mezcla de tristeza porque ya no lo tiene cerca, y de alegría al recordar lo seguro y feliz que se sentía con él.
La clave está en el equilibrio de estos sentimientos:
Explícale que es normal extrañar cosas o momentos que nos hacían felices, pero que esos recuerdos no son solo una fuente de tristeza. Son un tesoro que llevamos en nuestro corazón, un recordatorio de que hemos vivido momentos felices que nos han hecho quienes somos.
Usa ejemplos sencillos:
Puedes hablarle de cómo te sientes tú al recordar tu infancia o algo que te gustaba mucho cuando eras pequeño. Muéstrale que los recuerdos pueden ser dulces y que, aunque el tiempo avance, lo que realmente importa es cómo esos momentos nos han formado y lo mucho que disfrutamos de ellos cuando los vivimos.
Ayuda a tu hijo a procesar estos sentimientos:
Cuando veas que tu pequeño está recordando algo con nostalgia, acompáñalo en ese sentimiento. Pregúntale cómo se siente, qué recuerda, y ayúdalo a ver que esos recuerdos son valiosos. No solo son una pérdida de algo que ya no está, sino una celebración de todo lo que fue.
Como adultos a cargo, sabemos que la vida es un constante cambio y que la nostalgia es la manera en que nuestra mente y corazón nos conectan con nuestro pasado. Debemos comprender la importancia de enseñar a los niños a manejar sus emociones. Guiarlos en la comprensión de la nostalgia es un acto de amor que les permitirá crecer con una relación sana con sus recuerdos, apreciando el pasado mientras viven plenamente el presente.