El aprendizaje es un proceso dinámico y complejo que involucra múltiples áreas del cerebro. Mientras que los cerebros neurotípicos siguen patrones más comunes de desarrollo y procesamiento, los cerebros neurodivergentes —como los que presentan trastornos del espectro autista (TEA), TDAH o dislexia— experimentan el aprendizaje de manera diferente. Estas diferencias no son defectos, sino variaciones en la forma en que el cerebro percibe, procesa y responde a la información y a los estímulos.
1. Bases del aprendizaje en el cerebro neurotípico
En un cerebro neurotípico, el aprendizaje sigue patrones predecibles. La corteza prefrontal, responsable de funciones ejecutivas como la planificación y la toma de decisiones, se conecta eficazmente con otras áreas como el hipocampo, clave en la formación de recuerdos. Las redes neuronales funcionan de manera coordinada y equilibrada, lo que permite un procesamiento eficiente de la información.
El aprendizaje neurotípico implica varios procesos clave:
- Atención sostenida: Los cerebros neurotípicos suelen ser capaces de mantener la atención en una tarea durante períodos prolongados, lo que facilita la adquisición de nuevas habilidades.
- Regulación emocional: Las conexiones entre la amígdala y la corteza prefrontal permiten que las emociones se regulen adecuadamente, lo que contribuye a un ambiente óptimo para el aprendizaje.
- Procesamiento sensorial: El cerebro neurotípico puede filtrar estímulos irrelevantes, permitiendo que el individuo se concentre en la tarea sin ser distraído por el entorno.
2. Cómo aprenden los cerebros neurodivergentes
Los cerebros neurodivergentes presentan diferencias en la estructura y la función de las redes neuronales. Estas diferencias pueden afectar la atención, la memoria, la regulación emocional y el procesamiento sensorial, elementos clave para el aprendizaje. Sin embargo, estos cerebros también pueden demostrar formas únicas de aprender y resolver problemas.
Trastorno del Espectro Autista (TEA)
Los individuos con TEA tienden a tener diferencias en la conectividad neuronal, con algunas áreas del cerebro hiperconectadas y otras menos conectadas. Esto puede manifestarse en un procesamiento de la información más focalizado y específico.
- Aprendizaje visual: Las personas con autismo tienden a ser aprendices visuales. Suelen responder mejor a estímulos visuales que a instrucciones verbales. Las representaciones gráficas y las rutinas visuales son poderosas herramientas de aprendizaje.
- Intereses restringidos y atención intensa: Aunque pueden tener dificultades con la atención dividida o sostenida, cuando un tema les apasiona, pueden mostrar una atención extremadamente focalizada y aprender grandes cantidades de información en ese campo.
- Procesamiento sensorial: Pueden ser hipersensibles o hiposensibles a estímulos sensoriales, lo que puede afectar su capacidad para concentrarse en el aula o en otros entornos de aprendizaje.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
El cerebro con TDAH presenta diferencias en los niveles de dopamina, un neurotransmisor clave en la motivación y el aprendizaje, y puede mostrar dificultades en la regulación de la atención y el control de impulsos.
- Atención fluctuante: Los niños con TDAH a menudo tienen dificultad para mantener la atención en tareas que no consideran interesantes. Sin embargo, en temas que les entusiasman, pueden entrar en un estado de “hiperconcentración” y aprender de manera muy eficiente.
- Aprendizaje kinestésico: Estos niños suelen aprender mejor a través del movimiento y la interacción física con el entorno. Actividades prácticas o basadas en la acción pueden ser más efectivas para su aprendizaje.
- Procesamiento rápido y respuestas impulsivas: Aunque pueden parecer distraídos o impulsivos, el cerebro con TDAH procesa la información rápidamente, lo que puede llevar a soluciones creativas y fuera de lo común cuando se maneja adecuadamente.
Dislexia
La dislexia es una diferencia en la forma en que el cerebro procesa el lenguaje escrito. No se trata de una falta de inteligencia, sino de una alteración en las áreas del cerebro responsables del reconocimiento y procesamiento de los sonidos del lenguaje.
- Procesamiento fonológico: Las personas con dislexia tienen dificultades para asociar los sonidos del lenguaje con las letras escritas. Esto puede afectar su capacidad para leer, pero no necesariamente para comprender o aprender de manera más visual o auditiva.
- Fortalezas en la resolución de problemas y pensamiento visual: Muchos individuos con dislexia desarrollan fuertes habilidades de resolución de problemas, pensamiento visual y creatividad como compensación por sus dificultades con el lenguaje escrito.
3. Factores comunes en el aprendizaje neurodivergente
A pesar de las diferencias entre los distintos tipos de neurodivergencia, hay ciertos factores comunes que tienden a caracterizar su forma de aprendizaje:
- Preferencias sensoriales y cognitivas: Los niños neurodivergentes suelen tener preferencias sensoriales claras, ya sea para el aprendizaje visual, auditivo o kinestésico. Entender y adaptar el entorno de aprendizaje a estas preferencias es clave.
- Necesidad de adaptaciones estructurales: Las rutinas predecibles, los horarios visuales y el aprendizaje basado en intereses pueden facilitar el aprendizaje en estos niños.
- Procesamiento no lineal: En lugar de seguir una secuencia lógica típica, los niños neurodivergentes pueden aprender de manera más fragmentada o no lineal, a menudo saltando entre temas o presentando períodos de aprendizaje intenso seguidos de pausas.
4. Neuroplasticidad y potencial de aprendizaje
Uno de los aspectos más fascinantes de los cerebros neurodivergentes es su neuroplasticidad: la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones. Aunque los niños neurodivergentes pueden enfrentar desafíos en ciertas áreas del aprendizaje, también pueden desarrollar fortalezas únicas y sobresalir en otros dominios.
La clave para aprovechar al máximo su potencial es ofrecer entornos educativos inclusivos que valoren y respeten estas diferencias, utilizando enfoques individualizados que se centren en sus fortalezas, intereses y modos de procesamiento sensorial.
Queremos entonces recalcar lo siguiente: el aprendizaje en los cerebros neurodivergentes es diferente, no inferior. Mientras que los modelos tradicionales de educación tienden a favorecer los cerebros neurotípicos, las estrategias que valoran la diversidad cognitiva son esenciales para apoyar a los niños neurodivergentes y representan el futuro de las estrategias de aprendizaje. Al comprender mejor cómo aprenden estos cerebros, podemos crear entornos que no solo se adapten a sus necesidades, sino que también celebren sus fortalezas y capacidades.